Artrosis del tarso

La articulación entre los huesos astrágalo y escafoides del pie (zona del empeine) es muy importante en el soporte del peso y transmisión de las fuerzas al caminar. Es una articulación con movilidad en todos los planos del espacio, flexión y extensión, rotaciones interna y externa, aducción y abducción. Sin embargo, es muy importante para los movimientos de inversión y eversión, que se realizan de forma combinada con la articulación subastragalina entre astrágalo y calcáneo.

La mayoría de los pacientes que presentan artrosis en esta localización presentan algo de deformidad (abultamiento) del dorso del pie, dolor al caminar y dificultad o imposibilidad para correr. En algunos casos el origen de la artrosis es desconocido y nos referimos a ella como artrosis primaria. Cuando los cambios degenerativos se producen con el tiempo a raíz de un episodio traumático (fracturas u osteonecrosis del escafoides o del astrágalo) hablamos de artrosis secundaria postraumática.

Un estudio radiológico con rayos X es suficiente para identificar el problema y confirmar el diagnóstico. A su vez, es de gran utilidad el estudio de Resonancia Magnética del pie para valorar en detalle los huesos afectados, los tendones circundantes así como las otras articulaciones adyacentes.

En la artrosis, el primer tratamiento es conservador, recomendándose reposo relativo. Se puede hacer ejercicio en piscina. La fisioterapia convencional puede ayudar a fortalecer el pie y mantener la movilidad de las articulaciones; aunque la inflamación, el edema óseo, las lesiones subcorticales siguen estando activas. Un estudio biomecánico para confeccionar una plantilla de descarga a medida, puede ser necesaria para soportar el arco interno y disminuir el desplazamiento interno y plantar de la cabeza del astrágalo.

Nuestros tratamientos en fisioterapia avanzada, con nuestros equipos de electromedicina, estabiliza el proceso artrósico para un periodo largo de tiempo, endureciendo la cortical ósea, de manera que se reduce el proceso deformatorio; eliminamos la inflamación de las estructuras blandas colindantes; y aumentamos el rendimiento de la zona; pudiendo realizar las actividades de la vida diaria con las mínimas molestias posibles.

En los casos severos, si no se realiza un tratamiento conservador y regenerativo como el anteriormente descrito, se opta por la cirugía que consiste en la artrodesis astrágalo escafoidea. Es una técnica definitiva que fija la articulación anquilosada y dolorosa, mejorando la funcionalidad del pie, aun a pesar de la pérdida de movilidad de inversión y eversión, que puede notarse más al caminar en terrenos irregulares, pero que no es demasiado relevante en la vida urbana.