Epicondilitis

La epicondilitis, conocida también como codo del tenista, es una lesión caracterizada por dolor en la cara externa del codo, en la región del epicóndilo, eminencia ósea que se encuentra en la parte lateral y externa de la epífisis inferior del húmero. Es provocada por movimientos repetitivos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo, lo que ocasiona microroturas fibrilares y reparación inadecuada de los tendones de los músculos que se originan en la región del epicóndilo, principalmente del tendón del músculo extensor radial corto del carpo.

 

Causas y síntomas de la Epicondilitis

 

Las causas de la inflamación son diversas. Habitualmente suele aparecer debido a actividades de repetición, resultado de sobre esfuerzos y sobrecargas musculares.

El principal síntoma es el dolor en el codo que va en aumento y que se manifiesta en la cara externa del codo, cuando el paciente realiza movimientos cotidianos. Otro de los síntomas en algunos pacientes es la pérdida de fuerza en el brazo; impotencia funcional con los movimientos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo; dolor a la palpación de la zona y con acciones simples como elevar una botella o una jarra o tomar una taza de café.

Suele aparecer entre los 30 y 45 años, y curiosamente, al contrario de la creencia general, es mucho más frecuente entre no deportistas. Por el contrario, suele darse frecuentemente en colectivos que realizan trabajos en los que los músculos del brazo son sometidos a un estrés importante como trabajadores de limpieza, empaquetadores, etc.
 

Diagnóstico y tratamiento

 
El diagnóstico se realizará con la historia clínica del paciente y la exploración en consulta. Y en el caso de epicondilalgias que mezclan zona tendinosa y articular será necesaria una ecografía musculo-esquelética.

En cuanto a tratamientos, existen de 2 tipos: el quirúrgico, que suele darse cuando la epicondilitis es de larga evolución, con destrucción del tejido tendinoso e inflamación de la cortical del hueso, y el NO quirúrgico, que es el que realizamos en Cesmar, cuyo objetivo es aliviar el dolor, eliminar la inflamación y regenerar el tejido tendinoso. Con pocas sesiones de tratamiento conseguimos dar el máximo rendimiento con la mínima molestia hasta la recuperación total de la patología.